¿Del dicho al hecho?: me cargo el trecho.

Hoy, en el trabajo nos han dado fiesta, por lo que hemos salido a las 2 de la tarde.
He llegado a casa, con hambre infinita. Mis tripas hacían más ruido que las ruedas del "tren" al frenar.
He abierto el frigorífico, y en medio de los dos taper's, donde tengo la comida preparada, una nota:


He sentido un escalofrío por todo el cuerpo. Y no por el frío que desprende el frigorífico, sino que esa nota me la ha dejado alguien que cada noche me prepara la cena para el día siguiente. Alguien a quien quiero muchísimo.
Sonrío, como una tonta: la comida me sabe buenísima:
Como mientras miro leo en Internet: noticias, blog's, etc.
Miro el reloj, tengo el tiempo justo, para comer, fregar los platos, arreglarme un poco y coger el metro. Cuento los minutos que faltan para ver a la escritora de esa nota.
Y no se porqué, o bueno sí, si se porqué, estoy tan feliz:
Será que voy a continuar en el mismo trabajo (por la mañana-tarde) que ayer firmé el contrato para trabajar fines de semana y festivos (con un fin de semana libre al mes). Será que presiento que todo se va estabilizando poco a poco progresivamente, y más que lo hará.
Será que está ella a mi lado y ya ninguna tormenta me da miedo.
Será que del dicho al hecho no hay ningún trecho (no, al menos, para mi).

Las olas del mar y un relato corto



Cuando era pequeña, mi madre, no me dejaba nunca acercarme sola a la orilla. Decía que podía venir una ola y llevarme.
-Pero mamá, la ola no me puede llevar, yo soy más grande que la ola..... -le decía, mirándola con los ojos bien abiertos-.
Me sentaba bien lejos de la orilla y desde allí tiraba piedras al mar.
Nunca he estado apunto de ahogarme en la playa los días de fuerte oleaje, porque siempre recordaba las palabras de mi madre, y aún sabiendo que yo era más grande que la ola les tenía un gran respeto y nunca me acercaba a la orilla.
Un año más tarde, una niña se ahogaba delante de mis propios ojos. Se ahogó porque se empeñó en darse un baño. Ese día había olas, pero no eran demasiado grandes. Mi madre me prohibió el baño, y yo me quedé en la orilla, haciendo castillos de arena, intentando descubrir que había debajo de tanta arena:
-¡¿mamá?! ¿qué hay debajo de la arena? -le pregunté-.
*Agua, mucha agua - me respondió mi madre-.

Yo quería ver ese agua, mucha agua..

No la veía, y la tenía delante de mis ojos.

---------------------------------------

Triste banco (breve relato).

Ella se sienta siempre en el mismo banco. Siempre cruza las piernas y entrelaza sus manos. Amó demasiado y por eso tiene el corazón roto. Su corazón está roto, y a cada paso caen trozos rojos, como pétalos de rosa marchitos, de su pecho.
Ella tiene la cara blanca, como un folio en blanco. Yo la miro desde el banco de enfrente, quisiera pintarle una sonrisa, en esa cara blanca: una sonrisa rosa. La miro despacio, porque para conocer bien a alguien hay que mirarle previamente muchas horas. Yo la llevo observando 34 días, con sus respectivas horas. Ella me ve. A pesar de que me escondo detrás de mi cara seria, y mi mirada perdida. Ella (no) nota que la miro, porque cada vez que me mira, desvío mi mirada hacía otro lado.

Ella suspira. Llora. Se limpia la nariz. Come un bocadillo con sus manos temblorosas. Se vuelve a limpiar la nariz. Bebe agua. Suspira. Mira a la izquierda, a la derecha, de frente (yo giro mi cabeza a la izquierda).
Cada día, ella acude a comer al mismo banco, y yo al mio. Las dos solas. Solas con nuestras respectivas comidas. Se cuando está nerviosa y cuando no, porque cuando está nerviosa come muy rápido y cuando está tranquila, come lenta y bebe más agua.
Yo hasta el primer día que la vi comía en 15 minutos, ahora termino a la par de ella. Si ella se levanta del banco yo me levanto. Si ella se queda sentada, yo me quedo sentada, detrás de mis gafas de sol, mirándola fijamente.

A veces quisiera ir a su lado, preguntarle que es lo que tanto le apena: pero nunca lo hago.

Ella lleva 3 días sin venir a comer al mismo banco, y yo sigo ahí, comiendo despacio, mirando de un lado a otro por si la veo llegar, pero nunca llega.
El cuarto día lo decidí. Me senté en su banco. Ahora miro el mio, que está vacío. Desde su banco puedo sentir tristeza: tristeza porque la echo de menos, tristeza porque se come triste sin nadie a quien mirar, tristeza porque es triste no haberle dicho nunca nada.
El quinto día falté yo. Decidí no ir mas a ese banco, porque ese banco estaba lleno de tristeza.
El sexto día comí en el comedor, y luego fui a sentarme en mi banco de siempre a tomar el sol.
Bastó cerrar los ojos un momento para sentir una mano fría en mi brazo descubierto.
Miré y allí estaba: era ella, y estaba casi igual.
Se sentó a mi lado, en mi banco. Me dijo que hacía días que me veía comer sola, y que nunca se atrevía a acercarse a mi.
Yo quedé tan blanca como ella o más. Ella me miraba y tuvo que alucinar con mi cara de boba.
Y yo más aluciné cuando el séptimo día comimos en su banco, las dos juntas, contándonos nuestras vidas, y llenando aquel banco,que soportaba tristezas, de alegrías.
Pasaron los días.
Su color de cara cambió. Y ya no soltaba pétalos marchitos de su corazón. Ahora tiene un corazón nuevo, de color rojo fuerte. El otro día me acerqué a darle un beso en la mejilla, y me sorprendí porque giró la cabeza, y nos lo dimos en los labios.
Mi banco sigue vacío.Aunque ahora de vez en cuando, se sienta alguien que sospecha que estamos juntas, porque cada día comemos más rápido para poder cogernos de la mano durante más tiempo.

FIN.

Eres tantas cosas

Eres como el Mar: inmensa y fría tantas veces.
Eres fácil de comprar: 3x2 en el Supermercado del Corte Inglés.
Eres el regalo de mi regalo.
Eres el azúcar que endulza mi alma.
Eres el tebeo que me hace reír: ese que releo cada vez que no te veo.
Eres el azar: mi suerte.
Eres la comida que no me gusta, pero que siempre como.
Eres esa costura que me pica en las entrañas.
Eres alfileres en la sangre: me pinchas por dentro.
Eres mi asignatura pendiente, mis Matemáticas: no se contar cuanto me quieres.
Eres el pensamiento primero, el amor primero, el sueño primero.
Eres las turbulencias en el avión. Quién hace vibrar mi corazón.
Eres un punto en el cielo: un punto que brilla: una estrella.
Eres la X en la ecuación.Eres una suma dentro de una resta: y me llevo una (tú).
Eres el final de mi libro favorito.
La melodía de mi canción.
Eres quien me despierta cada Domingo por la mañana.
Quien me prepara desayunos y canciones.
Quien firma mis poemas.
Eres, quien ánima a mi ego: quien le alimenta.
Eres aliento en mis letras.
Eres la asesina de mis tristezas.
Quien ata mis cordones, quien desata mis pasiones.
Eres quien me dice que este poema le gusta: quien lo degusta.
Eres el punto y aparte: la guinda de mi pastel.
Eres,(tú)
quien,(estás)
se queda,(en mi cama)
cuando,(soñando en mi sueño)
ya todos,(conmigo)
se han ido.(y yo contigo.)


eigual


A ti, gracias por escribir

Rescato este post de mi gran amiga Atlanthis, cuyo blog ahora mismo anda algo abandonado, para hacer memoria a aquellos días, porque sí, porque me apetece traer algo de ella a este blog que hace tan poquito que acaba de nacer y que espero crezca poco a poco, cada día.
Aquí os dejo un post que escribió el 24 de Mayo de 2005. Se titula: Aquellos viajes a Málaga:


"Tengo malas tentaciones, tengo prisa por vivir, quítate de mi camino que tu cruz ya la sufrí, no me mientas con promesas, que me va muy bien sin ti...y que sepas que la vida da vueltas...."


Es el nuevo cd de Malú (ya en mi posesión gracias a P.) que nos trae a eigual y a mí a mi memoria cantando esa estrofa una y otra vez por la calle Marqués de Larios de Málaga, por las escaleras del hostal La Mundial y pensión María, por el puerto, por Mi Parque (seguro que sabes, eigual, qué parque te digo), por la plaza aquella que no me acuerdo ahora como se llamaba, dónde estaba la Flor de Lis y nos encontramos mil veces a Fede, con chicas enrollándose por todos lados, y el martini con naranja de tu vaso y mi Bacardi con cocacola...

Seguro que lo recuerdas. Y los vídeos. Los videos...jajaj....que menos mal que grabamos, y menos mal que me grabaste en dvd para poder verlos ahora. Y shira y A. que inevitablemente salían una y otra vez entrelazadas en aquellos fines de semana, cuando tú y yo escandalizábamos a las viejas en los pasos de peatones y nos deskojonábamos, cuando nuestras RAYADAS, así, en mayúsculas, y la tetería de al lado de la estación de bus dónde huíamos (sobre todo yo, capulla, que siempre te gustaba sentarte en los andenes hora y media antes de irnos otra vez a Granada, y a mi se me cortaba la sangre al ver parado el autobús de Alsa y se me volvía loca la cabeza), y los helados....¿tú te acuerdas de los helados?.....¿cuántos nos hemos llegado a comer seguidos? ¿en cuántas heladerías diferentes???...jajajja......

No sé cuándo volverás a tener Internet y leerás ésto. Pero tenemos que volver, ¿sabes? tenemos que volver LAS 4...
Y lo cierto es, que no sé si alguna vez os he dado las gracias a tí y a shira (que para mí siempre tendrá ese nick), pq entre vendettas, apuestas, viajes a Malága, noches en San Miguel, paciencia y ganas de soportarme, toques al portero del piso de T. por la noche cuando yo quería desaparecer del mundo y vosotras me esperábais en el coche, tonterías de las nuestras, conversaciones profundas, apoyo incondicional, AMISTAD infinita, atardeceres en la playa, días en la Playa de Los Muertos, cubatas, películas, canciones (en tu casa eigual, y en tu coche shira, que mira que eras cabrona, jodía), presentimientos, cenitas en italianos y en sitios raros eigual, Lambrusco, Noches, días tiradas en el piso de T., hasta pelis porno eigual y cafés con una pintora casi todas las tardes shira, conversaciones y más conversaciones, abrazos, lágrimas también, tu coche esperándome en el monte Clara mía, ratos en la taberna del Irlandés, las horas y las horas y las horas en tu cafetería eigual, preguntándonos por la chica X, haciendo planes, emborrachándome a base de Estrella de Levante (era mi segunda casa) y los sábados x la mañana despertando en tu casa, por entenderme tan bien ambas,x tantas...Tantas Cosas.......Joder..........Gracias.

Porque estuvísteis ahí. Porque os hecho tanto de menos.......ojalá pudiérais estar viviendo más cerca la segunda parte, la parte que empezó con una conversación por Messenger a la 1 y pico de la madrugada, cuando os dije que A. llegaba a Granada a las 6 d ela mañana y yo no me lo podía creer, y continuó con aquel viaje a Bcn, y....hoy día es mi vida con A. en esta ciudad que me encanta aunque está muy lejos de la vuestra (que siempre seguirá siendo un poco mía). Ojalá vivierais más de cerca la paz y la felicidad con la que me despierto cada mañana. Que los sueños se cumplen.

Os echo de menos........Gracias por aquel día en Almería, cuando nos perdimos intentando salir otra vez a Roquetas de Mar, después de haber conducido por una carretera infinita viendo atardecer a lo lejos en el mar, contra el cielo y contra aquel faro que se elevaba....
Gracias x haber estado ahí.


Atlanthis.


Yo me quedo con lo bueno de aquellos días. Ahora, cuando te leo, Atlanthis, y recuerdo cosas, (porque yo tengo muy mala memoria) sé que aquellos días fueron maravillosos y que guardo dentro de mi los buenos momentos, que sé que nunca se volverán a repetir. No con las mismas personas. Pero... si podemos inventar nuevas historias con nuevos personajes. Ahora entiendo tu felicidad, esa que sentías y ahora sigues sintiendo. Ahora la siento en mi. Hoy puedo escribir, gritar por la ventana: que soy inmensamente feliz, y que en parte tu tienes la culpa de ello y me alegro de que sea así. Infinitamente: GRACIAS.

Cambios

Me llaman esta mañana. Cojo el teléfono, porque en mi trabajo podemos coger el teléfono, cuantas veces queramos, hacer sudokus o quedarnos dormidas en el baño mientras leemos el periódico.
Era la chica que me entrevistó ayer, que sí, que cuentan conmigo para empezar a trabajar ya el 1 de Noviembre, sí es festivo, pero es que yo ahora trabajaré días festivos, Sábados y Domingos.
Aparte de seguir en mi búsqueda incesante de un trabajo en condiciones y alguno hay ya por ahí que me hace "tilín". A ver que tal.

En mi trabajo, hoy ya nos han dicho que nos despiden el Martes, por lo que hoy ha sido un día de nervios y tensión entre los compañeros y jefes. Decir que, me da más lástima dejar a mis compañeras que dejar (perder) ese trabajo. Que cuando hoy una de ellas me ha mirado con esos ojos tristes no he podido hacer otra cosa que devolverle una sonrisa y decirle que no todo termina aquí.

Así pues, me espera una semana de entrevistas e historias. De trabajos de madrugada, de horas y horas seguidas, pero oye, que estoy contenta, porque poco a poco voy saliendo de esto, porque de esta forma también conseguiré vivir cosas para luego escribir con más argumento: podré contaros cosas nuevas, hablaros del sitio en el que estaré.
Así que este es mi último fin de semana tranquilo, y quiero pasarlo así: tranquilo. Si es con mi niña mejor. Sólo me apetece quedarme tranquila en casa, viendo películas, acurrucada en la cama, con el edredón nórdico por encima. Descansando para poder vivir de lleno y con fuerzas la gran semana que me espera y que espero que marche bien.

Acabo de llegar de la calle. Me gusta ir a la calle con ella porque me gusta mirarla, la forma que tiene de caminar, y porque en ocasiones presiento que ella me mira de reojo y eso me gusta. Me encanta ir a Correos con ella: ha mandado en dos veces los paquetes que yo he enviado en 3 años. Que gracia. Y nos hemos detenido en un paso de peatones: ella es grande y a la vez tan pequeñita. Me gusta tener su cara entre mis manos. Tiene la piel más suave que jamás he tocado, y mi piel ya no sabe vivir sin la suya.
A veces me sorprendo, cuando huelo mis manos y en ellas quedan restos de su olor. Esa sensación es indescriptible, imposible de poder escribir.
Pues eso, la tenía ahí: mis labios buscaban los suyos. Siempre lo hacen. Es como si mis labios necesitasen de los suyos para completarse.

La miro. Me gustaría poder invitarla a cenar, pero miro mi cartera y solo me queda un euro. Se que dentro de unos meses podré llevarla al cielo si hace falta, porqué tendré dinero, porque sé que me lo voy a currar. Entonces le entregaré a mi niña todos esos caprichos que se merece y que a mi me hace tan feliz darle.



Reserva de amor....

Pluriempleada: o eso espero.

Si todo marcha como yo pienso que va a marchar, en una semana, seré : pluriempleada.
Sí, vaya, que tendré dos trabajos: que incluso tendré que empalmar de uno a otro.
Hoy una compañera me decía:

"Eres una tía valiente, te has venido a Barcelona, sin nada, y estás sobreviviendo y luchando como jamás he visto a nadie hacerlo, y además, echando de menos a tu familia, como les echas...Te admiro, de verdad, nunca te lo digo, pero por si pronto cambias de trabajo, y te vas, quería dejarlo dicho".


Sí, se me han saltado las lágrimas. Quisiera llevarme a toda esta gente con la que cada día trabajo, conmigo. Llevarlos a otro trabajo. Quisiera estos compañeros para siempre. Me han dado tanto, en tan poco tiempo: tantas risas, tanta complicidad, tanto cariño, que no se como devolverles todo eso. No se si me dará tiempo.

Bueno, el caso es, que esta mañana a las 8 me encontraba en un autobús, medio perdida en un lugar donde solo se veían camiones, rotondas y edificios grandes.
No he tenido otra opción que preguntarle a una mujer mayor que dónde me tenía que bajar, en qué parada, para llegar a la calle "tal" y la mujer, (amable mujer, por cierto) me ha dicho que en la misma parada que ella. Así pues, solo me ha quedado, esperar a que la mujer se levantase de su asiento y seguirla: y así ha sido. Se ha levantado. Hemos bajado del autobús. Hemos cruzado la carretera juntas, ella me iba avisando de que los semáforos estaban en rojo. Yo la miraba. Ella me iba indicando "ahora bajas esa calle, y giras, y allí está la calle que buscas".
Decir que la mujer me ha indicando muy bien, pero que yo he echado a andar en dirección contrario al lugar de la entrevista. Total, que me he visto 100 números más arriba, y luego, vuelta atrás: retroceso, me rebobino....

He encontrado el lugar (por fin), también gracias a un hombre al que he sorprendido tirando la basura, y me ha indicado a la perfección como llegar.Llegaba 10 minutos tarde, claro, por haber andado en dirección contraria, pero no ha importado, porque al llegar, me han atendido 15 minutos tarde: total, que no he llegado tarde, eso si, he llegado ¡con un calor!, de tanto acelerar el paso.
Allí, en la recepción, las chicas hablaban de despedidas: todas compañeras de trabajo. Una decía que se iba, que había encontrado un trabajo mejor, y que se marchaba este mismo Lunes, otra le daba un regalo a una de ellas de su viaje a Italia. La otra se quejaba de que le habían robado el bolso, y luego, todas, han llorado, juntas, por lo del bolso, por que una de ellas deja el trabajo, y porque otra también ha dicho que pretende cambiar de trabajo, y aunque luego ha dicho que era una especie de broma, han llorado todas juntas.
Y mientras yo, allí ¬_¬U esperando a que la chica que me tenía que hacer la entrevista llegase. Y ha llegado, a aparecido en un ascensor y me ha llamado, y yo he ido hasta ese ascensor, y a partir de ahí he sabido que me van a coger para ese trabajo. Lo que ocurre es, que no quiero hacerme demasiadas ilusiones, por si esta vez mi olfato falla y quedo fatal delante de mi niña y delante de todos ustedes.

Me imagino de pluriempleada y me encanto. Podré pagar todas mis deudas sin problemas. Podré, esta Navidad hacerle un buen regalo a mi niña: que bien se lo merece. Comprar algo de ropa (también con mi niña, que tiene muy buen gusto). Invitarla a cenar para celebrar mis trabajos (los que espero tener) y celebrar todo el tiempo que llevamos juntas, que no es poco,como Dios manda, que son ya 3 meses, y hoy cuando me lo ha dicho, con ese jersey que lleva puesto,( que me encanta ), esa sonrisa, esa mirada: me ha entrado un cosquilleo en el estómago que me ha recordado lo mucho que la quiero y lo afortunada que soy de tenerla a mi lado.


Pequeño Gran Corazon

Imagínate que naces. Pero que naces el triple de pequeño que el resto del mundo. Imagina que eres diferente, sólo porque el destino así lo ha querido, y no te ha regalado la estatura debida, la estatura que normalmente tenemos las personas que nacemos sin ningún problema físico.
Imagínate que te ocurre esto, y que tienes la suerte de nacer en el seno de una familia, que desde que naces te ofrecen más amor aún si cabe. Porque como eres más pequeño que el resto, necesitas más cariño.
Y como eres tan pequeño, pues, la casa se tiene que adaptar a ti. Y tu a la casa. Y tus papás te hacen más fácil la vida, comprando muebles y enseres que se adapten a tus necesidades.
Eso sí, mamá ya no te regañará porque te pille de puntillas, cogiendo chocolate de los estantes altos. Pero si podrá sorprenderte sobre una silla, de puntillas, intentado llegar al chocolate.

Imagínate que vas al colegio, y que al principio los niños te miran con los ojos más grandes. Porque tu al lado de ellos pareces un muñeco, e incluso les da miedo tocarte. Te miran como si fueses de otro planeta, pero tu, con una sonrisa lo solucionas todo. Los niños se acercaran a ti, querrán jugar contigo porque tu sonrisa y el brillo de tus ojos es lo más importante.
Todo el mundo te cuidará porque siempre serás la pequeña de clase.



Y yo ahora me pregunto. ¿Cómo puede caber un corazón tan grande, en un cuerpo tan pequeño?. Sí, no importa la estatura, el color de piel. Lo de fuera, es tan solo una envoltura, que envuelve lo que tenemos dentro.
Si alguna vez la vida me entrega un ser tan pequeño y frágil, solo podría cuidarlo y darle todo mi amor. Serán pequeños, sí, pero necesitan mucho amor. Son iguales que nosotros, aunque parezcan tan diferentes.

Ella es:

Little Kenadie

La frágilidad de las personas: Yo soy como soy.

Cada día puedo observar lo frágiles que somos las personas. Lo fácil que es hacernos daño. Que con tan solo una palabra, e incluso una mirada podemos hacernos muchísimo daño.
Nunca me ha gustado hacer daño a las personas, pero a veces, sin darnos cuenta, hacemos daño. La virtud está en saber darse cuenta, y poder rectificar: siempre se puede pedir disculpas, siempre podemos ofrecer un abrazo: una mirada sincera.

El trabajo que tengo ahora no es que sea el trabajo más entretenido del mundo, ni el trabajo de mi vida, ni el trabajo con que toda persona sueña. Pero en mi departamento se ha creado un vínculo bastante peculiar, un vínculo rodeado de cariño, ternura y complicidad.
El trabajo es siempre lo mismo. Desde que llegas hasta que te vas. En el departamento somos 8. El mismo número, si le damos la vuelta, lo indica, somos "infinitos". Mira que me prometí que no me encariñaría con mis compañeros/as. Pero ha sido inevitable. Hoy una de mis compañeras decía: "si mañana, o pasado nos tenemos que ir, estos ratos se perderán".

Y tiene razón. Ya nada sera lo mismo. No saben de mi tendencia sexual. Pero es que eso no importa. Al igual que los heterosexuales no van diciendo que son "heteros" tampoco yo tengo porque ir diciendo que soy "homosexual". Aun así a veces creo que lo saben y sobran las palabras. Porque que más da si amas a una mujer o a un hombre, lo importante es que ames y seas feliz, da igual con quien.
Cada día de trabajo son risas. Sí, trabajamos. Pero trabajamos riendo, que es mejor. En el departamento yo ocupo un lugar: soy la que siempre tiene la sonrisa en la boca, y mil bromas para hacer, aunque por dentro me esté desbordando de pena. Siempre les ánimo. Les doy un abrazo cuando sé que realmente lo necesitan. Y también se retirarme, o quedarme callada, cuando toca.
Me miran y me cuidan. Lo noto a cada momento. Cuando vamos al supermercado como saben que no ando bien de dinero, compran mis galletas favoritas y mis patatas favoritas para compartirlas conmigo. No saben que lloro por dentro de alegría, al notar ese cariño.
Hoy les he mirado, y me he dado cuenta de que les echaré infinito de menos.
Cada vez creo más en el destino: yo tenía que trabajar ahí, aunque sea por poco tiempo para conocerles. Tenían que aportarme todo lo que me han aportado y siguen aportando, para que yo, como persona, pueda crecer. Y así sucesivamente, va transcurriendo la vida.

Y hoy me he dado cuenta de que me gusto. Yo ya me gustaba antes. Pero hoy me he dado cuenta de que a pesar de todos mis fallos como persona, como amiga y como pareja, me gusto.
No soy perfecta, por eso me admiro. No tengo un físico extravagante y por eso me siento aún más especial. Soy tímida, aunque para mucha gente sea la tía más echada pa'lante del mundo. Se equivocan, tengo mis rachas de timidez, y de vez en cuando actúan.
Y estos días en que estoy extrañamente rara (pero feliz). Estos días en que me preocupa todo y nada. En que necesito escribir y no lo consigo. En que me apetecen hacer mil cosas y ninguna.
Estos días es cuando más cuenta me doy de que no soy perfecta y a pesar de todas estas cosas que enumero, me gusto:

  • No estoy escribiendo, pero hoy por ejemplo, me siento inspirada y empezaré desde ya a escribir, sea lo que sea.
  • Solo tengo sueños eróticos y ando más salida que el pico de una plancha.
  • He ido a un montón de entrevistas y de ninguna me han seleccionado, como mínimo para la segunda entrevista, por lo que pienso que o no gusto a las empresas o mi perfil no encaja.
  • Escucho en casa "no se qué de una fiesta" y no me apetece nada ir a una fiesta. En realidad no me apetece salir de casa: como mínimo salir a cenar al Mc Donalds en plan guarro o a un Chino, caminar infinito y respirar aire puro, o preparar una cena en casa en plan tranquilo y algo romántico, con cama, una buena charla y sexo incluido. El caso es, que no soy perfecta, porque de serlo sabría como decirle a mi niña que vaya sola (sin que se ofenda y que me comprenda), a esa fiesta, que tengo "cero" ganas de juerga y de gente.
  • Le llevo diciendo a mi hermano que le voy a mandar una cosa que nunca le mando, y que se que espera pacientemente. Y el mes que viene, sea como sea, aunque tenga que optar por no comprar un jersey o chaqueta con cremallera que me hace falta, se lo compro.
  • Un e-mail de mi ex diciendo cosas que no tienen sentido, y hablando de cosas que ni sabe, me pueden sacar de mis casillas, hasta el extremo de pensar que no me conoce o que quizá nunca me ha querido conocer.
Si podría seguir, hasta completar una larga lista...
Pero me voy a tumbarme en la cama a leer poemas de Gloria Fuertes que últimamente entre Gloria y mi niña es con lo único que me inspiro.

No soy capaz

Tengo que escribir. Tengo que escribir una Narración Breve. Es para un concurso: hay un premio en metálico, y hay una oportunidad para darte a conocer, para que la editorial pueda apostar por ti y por tu futuro. Esto es como la apertura de una puerta. Como la llama que enciende la mecha. Como robar un beso a quien pronto ocupará el trozo de cama que queda vacío a tu lado.
Intento escribir. De verdad que lo intento. Pero no me concentro. Desde que pienso en algo sobre que escribir, mi pensamiento da vueltas a lo mismo, y así, hasta que termino saliendo de este lugar que me hace tanta gracia que le llames "mi despacho", y corro hasta tu habitación, buscando tu olor. Me fundo con tu almohada, hundo mi nariz en ella para inundarme de tu olor, para respirar un poco de ti. Hoy te echo infinitamente de menos. De vez en cuando me hace falta echarte mucho de menos, encontrarme con tu vacío, para darme más cuenta todavía (si cabe) de la falta que me haces y de lo mucho que significas en mi vida.

Y tengo que escribir. Pero no puedo. Solo pienso en como podría solucionar todo aquello que llena tu cabeza de tristeza a ratos y miedo. Quisiera ser por un momento una guerrera para luchar contra esos monstruos que te acechan, y no te dejan respirar tranquila. Sí, tu de monstruos entiendes más que yo, de hecho, la que los mata eres tú. No yo.

Estoy feliz. Nunca he estado tan feliz en ningún sitio, lugar, o momento, como contigo.
Nunca he despertado con tanta ilusión cada mañana, como contigo.
Quisiera cumplir tus sueños. Quisiera ser para ti, al igual que tu lo eres para mi, tu sueño hecho realidad.
Quiero beberme tus lágrimas, que abraces mi cuerpo. Quiero que todo esto que siento entre por tu piel en ese abrazo, y sea la cura de tus males.

A veces te miro. No se que haces conmigo. Sonrío. Te vuelvo a mirar. Eres tan bonita, tan buena persona. Tu no lo ves, pero aquí estoy yo para decirte todo aquello que tu misma no eres capaz de ver. Yo me estoy haciendo vieja: tengo canas, arrugas, muchas estrías, una dentadura con caries, las uñas devoradas, y paro de contar, no me vaya a hacer más vieja todavía.
Ah, y mírame. No soy capaz ni de inventar ahora mismo una historia y escribirla, no soy capaz de escribir de la mejor manera que sé. Ganar ese concurso para mi sería un sueño hecho realidad, y con el premio podría llevarte de viaje a Japón. Pero mírame, ¿realmente crees que yo merezco la pena?. No escribo. No me funcionan los dedos como debieran.
Llevo parte de la tarde-noche delante del ordenador, con el word abierto tecleando tu nombre, porque no alcanzo a pensar en otra cosa que no seas tú. Porque hoy, me has sobrecogido el corazón, porque he querido detener el tiempo y abrazar tu cuerpo desnudo debajo de las sábanas. Apretarlo contra el mio y susurrarte que todo saldrá bien.

Quería haber escrito una narración preciosa. Que la leyeses. Quería hacerte un regalo esta noche. Regalarte una historia, (que la leyeses en la cama conmigo), la historia para enviar al concurso, la historia que ganaría ese concurso, pero no he sido capaz de escribir ni tan siquiera el principio. No he sido capaz ni de inventarme un título.Nada.
Solo quiero escuchar la puerta abrirse, verte entrar en nuestra habitación.
Abrazarme a ti y detener la noche.

Jis, Jis ¿Cómo reaccionarias tú?

Y todo cambia

La gente cuando se enamora se vuelve loca.
La gente dice: "he conocido el amor de mi vida", pero.. ¿cómo saben que es el amor de su vida? ¿es que las personas venimos con una etiqueta que pone: EL AMOR DE TU VIDA [y tu nombre].
Las personas se enamoran locamente, y hacen las cosas locamente.
Primero vendrán horas interminables colgados de un teléfono, facturas de de 200 euros, dolor de oreja y muñeca: nervios: ¡no me llama!. Luego: citas, planes, ¿en tu casa o en la mía?.
La primera cita: ¿le gustará mi cuerpo? ¿mi forma de acariciar? ¿me gustará a mi? ¿nos compenetraremos en la cama?. Son preguntas que desde que hayas la respuesta nos comenzamos a preguntar el porqué de hacerse aquellas preguntas.
Y bien. Ya tienes pareja. Ahora tus amigos te dicen eso de: ¡desde que tienes pareja ya ni te acuerdas de nosotros! y tu familia: ¡ya sólo te vemos el pelo en días señalados y porque te llamamos nosotros! y en tu trabajo: tu jefe te pillará más de una vez con la cabeza en otra parte... y te llamará la atención.

Cumple meses: tu pareja cada mes te hace un regalo, para celebrar vuestro amor [y yo me pregunto, ¿si cada mes os hacéis un regalo, ¿que no os entregaréis cuando hagáis un año más cada año]. Y tu no sabes que regalarle, y das vueltas y vueltas entre libros, cd's ropa, y terminas comprando eso que ya tiene, o preguntándole ¿qué quieres que te regale, cariño?.
Miras a la gente, les ves infelices a tu lado y tu te ves feliz, porque piensas que llevas un tesoro de la mano.
Pronto llega ese momento en que las despedidas cuestan. Cada vez duele más separare por las noches. Y cada vez el tiempo que pasáis juntos se hace más corto. Dormir los fines de semana se convierte en un royo. Parecéis adolescentes viéndose a escondidas.
Por eso un día se lo propones: ¡vente a vivir conmigo!. Y quizá esto sea lo más arriesgado de todo, pero claro, quien no arriesga: no gana. Y esta vida se basa en eso: RIESGO. Hay que arriesgar. Por eso terminan por irse a vivir juntos. Y cada día es mejor que el anterior. Y cada día más especial, mas maravilloso.
El primer día que ella/el deja su cepillo de dientes al lado del tuyo, se te saltan las lágrimas de alegría. Y cuando va llenando la casa con sus cosas todo te parece mucho más serio.
Ahora haces comida para dos, fallas en las medidas. Le preguntas a cada momento: ¿te gusta...esto, lo otro...lo demás allá?. Y tu sorpresa crecerá cuando cada vez te conteste, acompañándolo con un beso.
Desde que ella/el está en casa comes más sano. Ya no pides tantas pizzas, ni cocinas tantas hamburguesas, ahora le cuidas y te cuidas, porque quieres dar ejemplo, aunque ese ejemplo fracase algunos días, cuando para desayunar le prepares tortitas con chocolate y el chocolate termine en otras partes del cuerpo, además de en la boca.

Los amigos os llamarán : os tendrán cierta envidia. Y más, cuando llevéis un año, dos, tres, cuatro, juntos y cada día se os vea igual, o más enamorados si cabe.
Los "sin pareja" os pedirán que por favor le busquéis novio/a. Los que ya están emparejados, os propondrán cenas y reuniones.

Sí, lo mejor es vivir un tiempo juntos antes de casarse. Lo mejor es, convivir y con el tiempo y la convivencia ir elaborando un plan: ¿quién lo pedirá antes?. Eso nunca se sabe. Puede ser uno, u otro. O los dos a la vez. Nunca se sabe.
Y aunque casarse no es imprescindible, siempre es bonito. Es bonito casarse, atar esa unión un poco más, atarla además de con amor, con papeles. Es bonito casarse, y mejor aún si es algo un poco intimo: familia y mejores amigos. Y esas cosa típicas que se suelen hacer y que todos, en algún momento de nuestra vida nos preguntamos y planteamos: ¿dónde iremos de viaje de novios?.
Mirar de reojo la mano de tu pareja, y ver ese anillo en su dedo, el mismo que llevas tu. Cogerle la mano y saberla tu mujer.

Saber que tienes compañero de viaje hasta que ambos queráis.
Y si por alguna razón, un día, el amor se termina, lo mejor y más bonito de toda esta historia es saber separarse también con amor. Porque el amor igual que es eterno no lo es.
Por eso, mientras el amor está vivo, hay que disfrutarlo lo más que puedas.
Porque el amor igual que empieza se termina.
Hay que cuidar, por eso, lo que tenemos. Y cuando pensemos en cualquier locura, acordaros de aquel día, en el que tanto te costó cogerle la mano por primera vez, o en todo aquel camino que juntos recorristeis para llegar hasta este punto, que no es la meta. En una relación nunca hay una meta, solo hay un FUTURO, por construir, la meta no existe, porque en una relación siempre hay cosas nuevas que entregar. Siempre existe un nuevo beso por dar.

Abre tu corazón, enamorate, y si ya lo estás piensa en lo afortunado/a que eres: no todo el mundo puede dormir esta noche al lado de alguien como tu, o como ella/el, rodeados de tanto amor.


Somos tres...

Si no os gusta Hospital Central, no os obligo a que veáis la serie, pero si, a que miréis, estos vídeos: Sobre todo que os concentréis en las palabras de Maca y de Esther.

Aquí las de Maca prestar atención a partir del minuto 2:37:




Y aquí en las de Esther:



Sí.Uf..

Cuando se termina una relación [...]



[una canción para acompañar]


Cuando una relación se termina pueden ocurrir dos cosas:

  1. Que cada una vaya por su lado, tome su camino, asesine el recuerdo, lo bonito, y no quede la amistad, ni exista una llamada de cumpleaños o fin de año
  2. Que aunque la relación se rompa, quede un bonito recuerdo de aquellos años compartidos de relación y complicidad, y existan llamadas para saber la una de la otra y la otra de la una, que exista un café, una cena: mensajes en Navidad, en cumpleaños o simplemente un sms para saber como "nos va".
Pero en un 80% de las veces ocurre el punto 1. Porque estamos tan ciegos en tantas ocasiones que preferimos eso. Y he de decir que a veces es preferible que ocurra eso, a que ocurra el punto 2 y hacerse infinito daño. En ocasiones es mejor desaparecer durante meses, incluso años. Porque quizá el olvido no exista, vale, pero el tiempo dicen: lo cura todo. Igual que cicatriza las heridas también cicatriza aquellos pensamientos, vivencias, que nos hicieron daño en algún momento de nuestra vida. El tiempo lo cura todo. Y no es que lo diga yo, una persona bastante trascendental, es que lo dice más gente.

Cuando dejé mi última-larga relación, nunca me cerré a una "amistad" con ella. De hecho, ella me dijo que quería mi amistad. Y yo siempre he intentado estar ahí, ser su amiga, interesándome realmente sus historias. Un día le escribí un sms (no hará ni una semana), preguntándole como estaba, no obtuve respuesta. Luego le envíe otro, le pregunté que porque no contestaba a mis mensajes. Obtuve respuesta, claro que la obtuve: "no te contesto porque no quiero saber nada de ti".
Ante una respuesta de este tipo, yo lo único que puedo hacer es alejarme de ella.
Es más, pienso que desde que la basura se empezó a acumular en casa debíamos habernos alejado, quizá nos habríamos hecho menos daño la una a la otra. Lo de la basura es cierto, desde que se empieza a acumular basura en casa es que algo no va bien. Y debes de empezar a preocuparte.
Yo tomé una foto con mi móvil:




La basura nos sacaba por la puerta, a nosotras y la relación. En fin.

De esto ha pasado ya mucho tiempo. Mi vida ha dado vueltas. Sí. "La vida da vueltas", como dice Malu, como dijo mi amiga Atlanthis.
Ahora todo es diferente. Tengo la vida que yo he elegido. Estoy subsanando errores del pasado, tapando esos agujeros negros que en los últimos cuatro años se han ido formando. Pero con cariño, amor, y ganas de vivir los estoy tapando poco a poco.
Yo que pensaba que el mundo se terminaba, y no, el mundo estaba empezando a formarse delante de mis ojos.
Ahora cada día que me despierto es un buen día. Soy feliz, y más si la miro a ella. Ella, el faro de mis noches, la mano a la que me cojo con fuerza cuando tengo miedo a algo, mi amante, mi amiga, mi sueño infinito hecho realidad. Ella, que tiene los ojos más bonitos que he visto nunca, y una forma de quererme imposible de explicar con palabras, que no cabría explicación ni en la poesía o poema más grande y bonito. Porque ella, la mujer que duerme en mis sueños, que habita junto a mi por las noches, en mi corazón y mi cuerpo, es lo mejor que he podido encontrarme por el camino de esta vida, que al fin y al cabo se terminará algún día.
Y yo, tengo tan claro, que quiero hacer ese camino a su lado.


Hace pocos meses que nos conocemos. Aún miro atrás y todo esto me sigue pareciendo un bonito sueño.
Sueño del que no quiero despertar.

Tenía razón, cuando en el sofá, aquel (para mi) día tan oscuro a pesar de que el sol brillaba sobre Granada con toda su intensidad. Cuando mirándome a los ojos, abrazándome (yo llorando por la tristeza que me provocaba todo eso) me dijo: "encontrarás a alguien mejor, serás feliz, puede que ahora no lo veas, porque estás mal, pero ya verás como tengo razón...".
Yo no te creía.

Y hoy te digo:

Sí, tenías razón.

Yo y el Catalán

Me está enseñando Catalán. Sí... yo la miro con ansias de devorar su cuello. Ella me mira con interés absoluto por enseñarme su idioma. Después de una película como la de "Lucía y el Sexo" a una, solamente se le pasa por la cabeza la idea de llevarla a la cama, de hacerle que se quite la ropa (toda la ropa), de untarla en aceite, sin dejar ni una sola parte de su cuerpo por tocar.
Y después de ese masaje integral: hacerla estallar de placer.

Sin embargo me contengo. Pongo interés en sus explicaciones. De hecho creo, que puedo llegar a hablar Catalán, o al menos defenderme bastante bien.

Se me cae la baba cada vez que la escucho hablar. Cuando me mira y cuando sin querer le rozo la mano o se pone casi colorada porque la admiro más de lo que se imagina.

Ella es grande.

Café sólo



Aquella mujer me miraba, tras la barra. La barra que no era de aluminio, que no era de metal: que era de mármol, de ese que si lo tocas en invierno te hiela la mano y que si lo tocas en verano, te la quema.
Y no era aquella mujer, que detrás del café suspiraba, porque el Verano se terminaba, porque pronto llegaría el Invierno. No era porque su almohada le provocara el llanto por la noche. Ni porque la soledad, esa que nos tumba en el suelo tantas veces, le acechara.
Era que aquel año su vida cambiaría. Era que se había enamorado y el amor también nos produce frío algunas veces.

Aquel Verano existió. También existió ella. Ella existió por encima de todas las cosas.
También se traspasa una barra, igual que se traspasan los corazones.
Esa noche ella no durmió sola. Tampoco su almohada lloró. Y no fue la soledad quien intentara acecharla.
Esa noche se encontró consigo misma. Dejó de abrazar la almohada. Dejó de pensar en Veranos, en Inviernos.
Volvió al Bar, volvió a beber del café sólo que siempre dejaba enfriar mientras lo miraba y removía con mucho interés.
Ella no cruzó la barra. Se escondía tras un periódico, tras alguna grave noticia, tras el tiempo, o el horóscopo.
Entonces dicen que la luz brilla con ruido.
Lo dijo quien salió cerrando la puerta sin decir adiós.
Ella olvidó sus llaves en la barra del Bar. Nunca volvió a buscarlas.
Desde entonces el tiempo se detuvo. La luz dejó de hacer ruido. Nunca más el neón se encendió.
Aquel nombre dejo de llamarse. Y aquella voz nunca más volvió a pedir: "un sólo, por favor".

Re-mudanza

Me volví a mudar. Pero ya pretendo quedarme aquí.
Tenía razón Char, Blogger es lo mejor.
Así que aquí comienzo: con mi nombre/nick de siempre. Con muchas ganas, tanto dentro de mi, como fuera, para escribir.
A mucha gente, seguramente ya la tenga mareada, de arrastrarla de un sitio para otro. De hecho, creo que alguna gente me habrá dado por imposible.
Aún así, y estemos los que estemos, aquí sigo: seguimos, leyendo, escribiendo y compartiendo días y letras.

Gracias.

eigual

Empecé a escribir este blog en una época bastante importante de mi vida. Aquí he escrito poemas y relatos. De la única forma que se. Hace poco me mude a www.escriboaqui.es con las mimas ganas de escribir que nunca. Con nuevos proyectos y sueños. Disfruta de todas las palabras que se quedaron aquí.