Llevo días sin escribir nada. Lo sé. Llevo días de mucha faena en el trabajo: días de no parar quieta. Delante del ordenador, escribiendo. Y luego llego a casa, y con unas ganas infinitas de hacer cosas, y ¿sabéis que pasa? que no hago nada. Que me quedo un rato leyendo cosas en Internet. O simplemente, intentando aguantarme a mi misma, con un mal genio, o ponerle el nombre que queráis, pero ni yo me aguanto a mi misma. Sólo escribo mentalmente en el descanso del trabajo: en esos 20 minutos del desayuno y en esa media hora que me sobra de la hora que me dan para comer. Como como los obreros: un un banco, luchando para quitar el papel de aluminio a las cosas o para abrir el taper (o como se le diga) donde llevo la comida.
Como sola. Es que no me apetece comer de otra manera. En mi trabajo, la gente es muy rara. Y solo unos cuantos quedan con otros para comer en bares. Yo no quiero comer en bares, yo quiero comer al aire libre, necesito que me de el aire. Respirar aire, y no humo, y en esos bares hay mucho humo. A veces, la gente, necesita irse con otra gente para sentirse bien. Yo no, yo puedo estar feliz y contenta estando sola, sentada en un parque, comiendo un bocadillo y bebiendo una cocacola, que no me va a entristecer el no tener a nadie al lado.
Un día estallará una guerra en el metro. Cada día, es más la gente, que se pelea por entrar. Se empujan los unos a los otros, se insultan. Hoy 5 personas se han atrincherado en una de las puertas del metro, para que tres personas que querían entrar no pudiesen, una de ellas gritaba: "llegaré tarde al trabajo, dejadme pasar". Y los atrincherados contestaban: haber madrugado más. Y yo, apretujada, como si estuviese metida en una lata de sardinas, intento respirar. Y es que a veces, creo, que no es una lata de sardinas este metro que cada mañana nos lleva a trabajar, sino una "lata de imbéciles", sí, lo siento si tu cada día coges también la línea azul. Lo siento de verás. Incluso yo me incluyo en esa lata, soy imbécil. Imbécil por coger cada mañana, como todo el mundo esa línea de metro y tener que estrujarme con gente que luego me pegan su olor en mis ropas, y me echan sus alientos en mi boca.
En serio, hoy estoy insoportable.
Mañana estaré mejor.
Un día estallará una guerra
te contó
eigual
7 comentarios:
Nunca estás insoportable... Todos tenemos malos días. Te quiero pequeña
Tu envíame la dirección de dónde trabajas y si me viene bien te acompaño mientras comes y te entretengo...
Sé hacer de todo, sombras chinescas, el mimo, imito a patos... una joya.
:]
pues yo pase un dia lindo hoy, aunque se me quizo joder hace unos minutos atras por una pendejada pero dudo que se quede ese mal rato en mi sistema por mucho tiempo.
suerte manhana.
A todos nos pasa, aunque lo que cuentas del metro cabrea a cualquiera. xD
Por eso y mucho mas, no cojo nunk el metro.
Un saludo
No conozco la gente de tu trabajo...
¿todos son raros? o piensas que son raros...
En mi empresa muchas veces yo tambien como sola... mirando internet...lo mismo que tú. Pero una vez a la semana voy a comer a bar con gente maja (nos juntamos los frikillos) y algun otro dia aunque tenemos comedor en la empresa (solo microondas para calentarte el tapper)nos vamos 15 minutos fuera a que nos de el aire y a tomar un cafe de verdad.
Son pequeñs regalos esas compañias.
En verano se puede ir a un parque al cesped... sentarse... acostarse... minutos para olvidar la mierda.
UN abrazo.
La rara, creo, soy yo, je je je... Un saludo a todos!!
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