Camino por la calle, con las manos en los bolsillos de los pantalones vaqueros. Con la vista al frente. Me gusta mirar al frente, así doy los tropezones que suelo dar, pero es que me gusta perderme en las caras, en las miradas, de la gente. La gente son instantes, desde que los ves, desde que tu mirada y la de alguien se cruza se crea un vinculo que dura lo que dura un suspiro. Porque no volverás a verle mas, y su cara, se olvidará con otra cara, en tu memoria.
Me gusta esta ciudad, por lo grande que es, y porque mires a donde mires hay gente diferente. Y entre tanta gente puedes pasar totalmente desapercibida. Y hoy me ha ocurrido algo: una mujer ha querido pegarme, en mita de la calle. Y todo eso me pasa por ir hablando en voz alta. Por ir inventado historias. Todo ha transcurrido muy deprisa, esa mujer y yo nos hemos cruzado en la acera, la mujer no parecía estar demasiado bien, o al menos esa impresión me ha dado cuando nos hemos cruzado, y la he mirado inmersa en mis pensamientos. Casi nos chocamos. Pero yo la he esquivado, he seguido andando y hablando conmigo misma, con tan mala suerte de que he hablado en voz alta, y claro, la mujer (extranjera, por cierto) ha pensado que le estaba murmurando o algo así, maldiciéndola, vete tú a saber. Y en mitad de la calle me ha gritado. Yo he seguido caminando, sin pensar que la mujer sabía correr. Ha corrido, corría tras de mi, con sus tacones, y esas pintas que mas bien daban a pensar que esa mujer no andaba demasiado bien de la cabeza. Claro, yo he echado a correr también, cuando llevaba un rato corriendo me he preguntado a mi misma, y en voz alta ¿porqué estoy corriendo, si yo no he hecho nada?. Ya ha sido entonces cuando he parado en seco, he mirado atrás y he visto que ya no me seguía nadie.
Con esta "no grata" experiencia he descubierto que solo hay algo que nunca debes hacer en la calle, y es murmurar en voz baja cuando te cruzas con alguien de pintas "raras".
Eso sí, le agradezco a la buena señora toda la aventura que me ha proporcionado, porque gracias a ello he tenido algo para contar en el blog, pues hoy de forma curiosa no sabía exactamente que escribir.
Me gusta esta ciudad, por lo grande que es, y porque mires a donde mires hay gente diferente. Y entre tanta gente puedes pasar totalmente desapercibida. Y hoy me ha ocurrido algo: una mujer ha querido pegarme, en mita de la calle. Y todo eso me pasa por ir hablando en voz alta. Por ir inventado historias. Todo ha transcurrido muy deprisa, esa mujer y yo nos hemos cruzado en la acera, la mujer no parecía estar demasiado bien, o al menos esa impresión me ha dado cuando nos hemos cruzado, y la he mirado inmersa en mis pensamientos. Casi nos chocamos. Pero yo la he esquivado, he seguido andando y hablando conmigo misma, con tan mala suerte de que he hablado en voz alta, y claro, la mujer (extranjera, por cierto) ha pensado que le estaba murmurando o algo así, maldiciéndola, vete tú a saber. Y en mitad de la calle me ha gritado. Yo he seguido caminando, sin pensar que la mujer sabía correr. Ha corrido, corría tras de mi, con sus tacones, y esas pintas que mas bien daban a pensar que esa mujer no andaba demasiado bien de la cabeza. Claro, yo he echado a correr también, cuando llevaba un rato corriendo me he preguntado a mi misma, y en voz alta ¿porqué estoy corriendo, si yo no he hecho nada?. Ya ha sido entonces cuando he parado en seco, he mirado atrás y he visto que ya no me seguía nadie.
Con esta "no grata" experiencia he descubierto que solo hay algo que nunca debes hacer en la calle, y es murmurar en voz baja cuando te cruzas con alguien de pintas "raras".
Eso sí, le agradezco a la buena señora toda la aventura que me ha proporcionado, porque gracias a ello he tenido algo para contar en el blog, pues hoy de forma curiosa no sabía exactamente que escribir.
5 comentarios:
Por esto mi animal preferido es el ser humano.
Hola, amiga: Te informo de lo que me preguntabas de los libros de poesía.
Verás: en mi blog está el primero "Especial para cócteles". La editorial tiene algunos ejemplares que te puede enviar. Tienes el enlace en la sección correspondiente de mi blog. Ahora estoy preparando el segundo, que saldrá en cuestión de un mes, más o menos.
Gracias por tus visitas y tus historias.
Besos
Si es que lo que no te pase a ti!!!
Pues vaya, si es que la gente se va del mundo. Si que es cierto que hay mucha crispación. Desde la tienda, lo veo todos los días.
Besos.
A pesar de todo.
A pesar de todo.
Es maravilloso caminar por Barcelona. Impregnarse de esa 'perdida' de orientación fingida e impregnarse de la vida imaginada de quien te cruzas.
No murmures alto ‘corason’.
De la plaza Cataluña hacia el mar... que de rincones hay...
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