Mujer fatal

La vi al filo del anden, vestía botas negras, falda roja, medias negras, chaqueta negra de cuero muy ajustada, un bolso rojo bastante original. El pelo recogido, los labios muy rojos, los ojos muy negros.Escuchaba música, y se contoneaba al ritmo de la música que escuchaba. Siempre he dicho que no tengo tipo de chica. Ni tipo, ni prototipo. Quizá eso fue lo que hizo que la mirase, y la mirase una y otra vez. La gente que pasa por su lado la miran pensando: "menuda furcia". Yo sin embargo la miro y me adentro en sus ojos. Quedan dos minutos para que el metro llegue y nos separe. Pero yo quedo allí, cada vez más cerca de ella.Paso a paso me voy acercando. Sus labios rojos parecen un dulce, una golosina muy dulce. La boca se me hace agua, hasta el punto de que termino mordiéndome el labio inferior. Yo pensaba que la belleza imperfecta aún no estaba inventada. Sin embargo ella ha roto todos mis esquemas. Me mira un par de veces y yo le aguanto la mirada, con lo que me cuesta a mi mantener la mirada fija en los ojos de alguien.

Pero ella, con ese aire de dura, de atrevida, y a la vez de soñadora... consigue que me intrigue por todo lo que en estos momentos la rodea. El metro se convierte en una sala, donde la música suena por todas partes, esa música que ella escucha, que ella canta de forma bajita, abriendo esos labios rojos, como fresas. Esos labios chispeantes e inevitablemente tentadores. Y en esa enorme sala, toda la gente baila su canción, sus canciones. Y yo me acerco a ella, lentamente, por su espalda, colocando mis manos sobres su cintura. Y le susurro al oído que si quiere bailar conmigo.

Busca mis ojos. A cada momento. El tren está apunto de llegar. Pronto nuestros caminos se separaran por culpa de dos puertas que se abrirán y por las cuales nos adentraremos. Hasta que no llega el tren y se coloca justo frente a mi, no me doy cuenta, no soy consciente de que me coloco tras ella, para entrar por la misma puerta. Y me ves a mi, con los ojos cerrados: "Que esté lleno, que esté lleno, que el tren esté lleno, que esté a tope..que esté a tope". Y los abro. El tren está a tope. Entro detrás de ella, y quedo pegada a su cuerpo. Mis pechos pegados a su espalda. Puedo olerla. Puedo tocar su pelo. Cierro los ojos. Y en ese momento, alguien me coge de la mano. Tiene un tacto suave. Muy suave. Y esa mano, que ha cogido la mía, juega a buscar mis dedos hasta encontrarlos. Cuando abro los ojos, y miro hacia abajo. Veo que su mano sujeta la mía. Y entonces ardo por dentro, mis labios se humedecen pidiendo un beso de su boca, me arde el pecho, me arde todo. El tren arde, arde por mi culpa, por la suya. Cuando se da la vuelta y me mira, nos hablamos con la mirada. Me empuja contra la puerta, puerta que si se abre me hará caer en algún anden, pues mi parada, hace tres, creo, que la pasé. Pero me da igual. Hoy no tengo prisa por llegar a casa. Hoy solo quiero probar sus labios. Que se detenga este metro que me ha llevado a la locura de su mano. Esa mujer tiene poderes sobre mi. Me tiene acorralada entre la puerta y ella. Quizá cuando su boca este cerca de la mía creeré todo esto un poco más.
Se coge a mi cinturón, me lleva cerca de ella, clava sus pechos en los míos. Me mira, me mira fijamente. Entreabre la boca, me va a besar, me va a besar -pienso-. Y solo lo pienso. Porque aún está demasiado lejos. Quiero que se acerque. Ella cierra los ojos. Yo también los cierro. Se escucha un ruido, noto como la puerta del tren se abre detrás de mi espalda, pierdo el equilibrio. Y quedo fuera del tren. El pi pi pi de la puerta antes de cerrar se escucha. Mientras recupero el equilibrio ella me mira desde dentro, me tira un beso con su mano. Las puertas del metro se cierran. Y quedo en una estación que desconozco. Sin el beso. Sin saber quién es. Sin saber si la volveré a ver. Ahora solo puedo volver a casa. Volver a la realidad.



Entrad en esta pagina , y escuchad unas canciones que se llaman: "Antes de Marchar" y "Me la estoy jugando" que están geniales. Ella es una chica que tiene una voz preciosa, y que va a sacar un Cd dentro de poco. Conocerla merece la pena.

9 comentarios:

Juan Antonio González Romano 8 de febrero de 2008, 23:03  

Muy bonito, impactante. Te deja, como la vida, con la miel en los labios.

Anónimo 8 de febrero de 2008, 23:06  

Me ha gustado. Que tu protagonista la vuelva a encontrar, si es lo que desea. Aunque a veces hemos de tener mucho cuidado con lo que deseamos, no se nos vaya a cumplir...

Anónimo 9 de febrero de 2008, 2:31  

Precioso, sin más.
Saludos y besos de madrugada xD

Anónimo 9 de febrero de 2008, 4:21  

Yo quiero vivir historias tan bonitas como ésta..

Alas 9 de febrero de 2008, 12:34  

Jooooder!! Qué pedazo de historia!!! Y que pedazo de final!!

Vera 9 de febrero de 2008, 16:41  

a mi tambien me han enganchado tus blogs tenemos gustos parecidos!! estaremos en contacto!!!
kiss

Luna Carmesi 10 de febrero de 2008, 18:42  

Gran relato.
Se me antoja que en ese vagon debia hacer mucho calor.
Esta clara la estrategia, apuntar el minuto del encuentro del anden, e ir apariciendo alli hasta que halla un reencuentro.

Gracias por la recomendacion musical.

juan rafael 11 de febrero de 2008, 13:18  

Esas cosas que nunca se materializan, ¡ainsss! Muy bueno en dedicar un post a las personas que te pueden odiar. Talvéz haga uno está semana que los atraiga. Ya veré. Besos.

Viento 11 de febrero de 2008, 14:39  

Qué buen relato, Eigual!! Me hace acordar un poco a uno que escribí hace un tiempo, y también transcurría en el metro!!
Será que los viajes en transporte público tienen algún encanto especial y algún misterio? supongo que sí, me ha encantado la historia!!

Un Abrazo
V.

eigual

Empecé a escribir este blog en una época bastante importante de mi vida. Aquí he escrito poemas y relatos. De la única forma que se. Hace poco me mude a www.escriboaqui.es con las mimas ganas de escribir que nunca. Con nuevos proyectos y sueños. Disfruta de todas las palabras que se quedaron aquí.