Voy a una entrevista de trabajo. Pierdo el papel donde tenía apuntada la dirección donde tenía lugar la entrevista, aún así encuentro las oficinas. Pierdo toda la tarde en la entrevista, que a pesar de ser larga, termina. Me pierdo, no se como encontrar el camino de regreso al metro. Pierdo la mirada entre la gente. Pierdo la ilusión por entrevistas de este tipo. Casi pierdo los papeles, cuando voy andando por la acera y una chica en vez de llamar con el brazo la atención del conductor del autobus, me da con todo el brazo un golpe en seco en las tetas, llamando en este caso, mi atención. Sigo andando, a pesar de dolerme el golpe y notar como los pezones se me erizan del dolor.
Oscurece. Le pregunto a unos jóvenes, me vuelven a indicar mal.
Hasta que harta de dar vuelvas, le pregunto a un hombre trajeado. Este hombre no lo sabe ¡no coge el metro! pero una vieja trajeada también me escucha, me dice con la mano que me acerque, me indica como se va al metro y llego perfectamente, a pesar de mi plena desconfianza.
Llego al metro. Bajo escaleras. Muchas escaleras. Y luego ante mi, un largo pasillo, interminable pasillo. Camino detrás de la gente. Me imagino sus vidas desde que salen de este interminable pasillo. Me imagino mi vida si no saliese de este interminable pasillo. Cuanto más andas, más largo es.
Ves a la gente que viene de frente. En sus rostros puedes ver cansancio. Decepción.En otros, alegría, ilusión. ¿Qué hay al otro lado del pasillo?. ¿Está allá la felicidad?, ¿el placer? ¿la solución a nuestros problemas? ¿la respuestas a nuestras dudas?.
Camino detrás de un hombre. Sus pasos son rápidos, por eso me quedo tras el. El me conducirá al final de este camino interminable.
Me salvará de algún peligro si fuera necesario...
Por fin se ve algo más allá del largo pasillo de paredes blanquecinas. Por fin saldremos de aquí: esta luz nos hace más viejos, más cansados.
Deseo con todas mis fuerzas ver que hay tras tanto camino.
Alcanzo la luz. Una luz más blanca me ilumina, me envuelve.
Fin del trayecto.
Al final del largo pasillo no hay nada.Tan solo estamos Yo y mi destino.
Atrás queda la entrevista de mierda. La tarde pérdida. Y las caras de la gente a las que tantas preguntas les he hecho hoy.
Atrás queda lo que dejamos:
O lo que nos quedamos para siempre.
Escrito hoy:
He descubierto lo que hay tras ese largo pasillo. Lo que había, lo que hay, era mi futuro trabajo. Mi rutina. Por donde cada día paso, por donde cada día avanzo dormida y cansada. Por donde cada día voy escribiendo mentalmente cada escena. Es curiosa la vida, los humanos: nosotros. Cada día me quedo más sorprendida de cada una de las cosas que me pasan.
2 comentarios:
Parece que siempre te estén dando golpes la gente.
Me recuerdas a un auto de choque, je,je.
eres como yo. La sensacion de leer a alguien y pensar, me estoy leyendo a mi, es parte de placer (mezclado con una sonrisa) y parte de incertidumbre al ver que no soy tan unico y perdido como quiero ser. El metro da mucho que pensar, deberian poner hilo musical para que no nos demos cuenta de tantas cosas...al fin y al cabo, no quieren otra cosa que no sean robots.
Besos (enhorabuena, por saber contar las cosas)
http://www.boogiemovie.blogspot.com/
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