Me está enseñando Catalán. Sí... yo la miro con ansias de devorar su cuello. Ella me mira con interés absoluto por enseñarme su idioma. Después de una película como la de "Lucía y el Sexo" a una, solamente se le pasa por la cabeza la idea de llevarla a la cama, de hacerle que se quite la ropa (toda la ropa), de untarla en aceite, sin dejar ni una sola parte de su cuerpo por tocar.
Y después de ese masaje integral: hacerla estallar de placer.
Sin embargo me contengo. Pongo interés en sus explicaciones. De hecho creo, que puedo llegar a hablar Catalán, o al menos defenderme bastante bien.
Se me cae la baba cada vez que la escucho hablar. Cuando me mira y cuando sin querer le rozo la mano o se pone casi colorada porque la admiro más de lo que se imagina.
Ella es grande.
Yo y el Catalán
te contó
eigual
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