Que se detenga el tiempo

Parece que el tiempo se detiene cuando estás apunto de llegar. Son las 6 de la tarde. Escucho el ruido que haces con las llaves instantes antes de abrir la puerta: imposible no reconocerlo. Vas a entrar. En el pasillo he dejado un camino hecho con pétalos de rosa de color blanco y amarillo. Entras: la casa está aparentemente vacía. El silencio se apodera de ti. Yo te escucho. Escucho cada paso que das, escondida tras la puerta del baño. Pronuncias mi nombre. Sigues caminando, te agachas y recoges un par de pétalos del suelo. Los hueles y te los quedas en la mano, que cierras al momento para no se caigan. Entras en nuestra habitación. En nuestra cama hay un sobre enorme y dentro una hoja. Lo abres y sacas la hoja. Te he escrito un poema que no alcanza a expresar ni la mitad de mis sentimientos. Dentro del sobre hay también una hoja pequeña con una nota, en la que dice que necesito que me busques por la casa. Dejas el sobre con poema y nota dentro, sobre la cama. Me empiezas a buscar. El último lugar en el que miras es el baño, justo donde estoy yo. Cuando entras no me ves, por culpa de la emoción y las ganas que tienes de meterme dentro de un abrazo de los tuyos. Yo quedo callada tras la puerta del baño, con mil mariposas en el estómago. Me gusta jugar al escondite contigo, a la vez que me desespera. Me pides que salga de donde quiera que esté. Cuando me asomo al pasillo te veo de espaldas y aprovecho para rodearte por la cintura con mis brazos.
Te susurro al oído, que no digas nada. Te meto en nuestra habitación, te quito la ropa, te tumbo en la cama. Voy al pasillo, recojo unos pocos de pétalos de rosa, los traigo y los lanzo sobre la cama. Me preguntas que estoy haciendo con una sonrisa dibujada en tus labios. No te contesto. Me meto en la cama contigo.
Feliz aniversario cariño, te digo. Ya estoy contigo. Ya me da igual que se detenga el tiempo.

5 comentarios:

Anónimo 3 de abril de 2008, 0:39  

Estoy seguro de que los relojes de la casa contemplaban en silencio el milagro de vuestro amor y conspiraban entre ellos para retrasar los segundos y los minutos, cómplices de los besos que se os escapaban por los bordes de la cama.

Tantas lágrimas en este mundo y tan poco tiempo para amar...

Anónimo 3 de abril de 2008, 0:52  

¿De verdad vivís tanto en los mundos de Yupi los que escribís y opináis en este blog o solo es un papelón novelesco a interpretar por internet?

"Estoy seguro de que los relojes de la casa contemplaban en silencio el milagro de vuestro amor y conspiraban entre ellos para retrasar los segundos y los minutos, cómplices de los besos que se os escapaban por los bordes de la cama."

¡Hay que joderse! Ya de vivir de ideales y estando en la inopia, podíais ir a salvar el mundo y dejar de pajearos con la mente.

Alas 3 de abril de 2008, 17:11  

Joooo!!! Q bonito!

Bs

Anónimo 3 de abril de 2008, 17:49  

Y a la compañera de piso donde la escondeis?
:)

Por cierto, soy Meiko pero tu blog no me dejaba comentar con mi cuenta

eigual 3 de abril de 2008, 18:31  

Navegante muy profundo lo que has escrito y bonito. Gracias!

alas al viento tu si que eres bonita! ja ja..

Meiko la compañera de piso no sirve para estar escondida, ja ja ja. Un saludo!

eigual

Empecé a escribir este blog en una época bastante importante de mi vida. Aquí he escrito poemas y relatos. De la única forma que se. Hace poco me mude a www.escriboaqui.es con las mimas ganas de escribir que nunca. Con nuevos proyectos y sueños. Disfruta de todas las palabras que se quedaron aquí.