Me la encuentro en una librería grande y famosa de la ciudad. Lleva un libro entre sus manos. Le pregunto por el libro, y me dice que estaba ansiosa de tener ese libro. Que no tiene a nadie que le regale libros o rosas. Ella sujeta el libro y entre sonriente y triste acaricia con la la punta de sus dedos los libros colocados en las grandes mesas centrales. Nunca me había parecido guapa, pero desde ese momento me lo parece. Quizá ese aire de mujer solitaria o abandonada, me inspira para sentir estas ganas locas de llamarla y meterla dentro de mi abrazo.
Se acerca de nuevo a mi, me pregunta por mi vida, si me casé. Yo le sonrío, y hago bromas con su pregunta. Ella me mira, y si no fuese porque me cuesta pillar las segundas miradas, diría que me está intentando seducir a base de miradas y palabras. ¿Y decías que tienes pareja?. Asiento con la cabeza, y sé desde ese momento que nuestro destino será salir por la puerta de la librería para no encontrarnos jamás. Me habla de sus relaciones rotas. De aquellas que sobrevivieron sujetas por una mentira. De sus sueños. Me habla de la muerte de su Madre. Que se refugió en la lectura más que en el amor. Que le hicieron daño y que se lamió sola sus heridas. Y yo dudo entre abrazarla o salir corriendo para evitar hablarle de los días en qué pensé en ella. De aquellos días mirando por la ventana, y mirando mi teléfono mudo, esperando su llamada, o un mensaje lleno de esperanza. Le hablé del miedo que sentí cuando su amor se perdía en el tiempo, y ella se convertía en un recuerdo que pesaba, y llenaba de ausencia mi habitación.
Le hable de que aquel silencio me hizo olvidar todos aquellos momentos. Y hoy al verla ha resurgido. Ella intenta buscar mi mano, sin soltar el libro. Me mira, me interroga con la mirada. Yo la miro despacio, y me doy cuenta que el tiempo lo único que ha cambiado ha sido nuestra vida. Me pide que huya con ella, y yo muy sería y algo melancólica, le contesto: "¿Podrías huir tu con ese libro ahora mismo sabiendo su final?, quizás sí puedas, pero ya nada sería lo mismo.
Se acerca de nuevo a mi, me pregunta por mi vida, si me casé. Yo le sonrío, y hago bromas con su pregunta. Ella me mira, y si no fuese porque me cuesta pillar las segundas miradas, diría que me está intentando seducir a base de miradas y palabras. ¿Y decías que tienes pareja?. Asiento con la cabeza, y sé desde ese momento que nuestro destino será salir por la puerta de la librería para no encontrarnos jamás. Me habla de sus relaciones rotas. De aquellas que sobrevivieron sujetas por una mentira. De sus sueños. Me habla de la muerte de su Madre. Que se refugió en la lectura más que en el amor. Que le hicieron daño y que se lamió sola sus heridas. Y yo dudo entre abrazarla o salir corriendo para evitar hablarle de los días en qué pensé en ella. De aquellos días mirando por la ventana, y mirando mi teléfono mudo, esperando su llamada, o un mensaje lleno de esperanza. Le hablé del miedo que sentí cuando su amor se perdía en el tiempo, y ella se convertía en un recuerdo que pesaba, y llenaba de ausencia mi habitación.
Le hable de que aquel silencio me hizo olvidar todos aquellos momentos. Y hoy al verla ha resurgido. Ella intenta buscar mi mano, sin soltar el libro. Me mira, me interroga con la mirada. Yo la miro despacio, y me doy cuenta que el tiempo lo único que ha cambiado ha sido nuestra vida. Me pide que huya con ella, y yo muy sería y algo melancólica, le contesto: "¿Podrías huir tu con ese libro ahora mismo sabiendo su final?, quizás sí puedas, pero ya nada sería lo mismo.
13 comentarios:
Puff que moraleja!!
Me ha gustado
Gracias Eva. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
Eso pasa xq la gente no cierra sus puertas despues de salir, asi nos va.
Para cuando esa coke?
Un saludo
Sí, Eyes, creo que ese tipo de gente no se da cuenta del error al no cerrar puertas cuando algo se termina. Pero bueno, en algún momento se termina cerrando o abriendo del todo, y aunque las segundas partes nunca fueron buenas, nunca se sabe: hay excepciones.
Esa coke, cuando gustes...
Un beso, guapa.
Puf... dificil pregunta al menos para mí, nunca he tenido, digamóslo así, la posibilidad de una segunda oportunidad... pero, si esta se deira, aún sabiendo el final... no sé cómo actuaría.
Pero, no arriesgaría un libro nuevo, por uno que ya me leí...
Bss
¡Guapa!
Ummmm..
Eigual yo te sigo desde hace un par de años casi siempre en silencio, llenando mi vida con tus historias que me encantan y me envuelven de cariño y ternura
Hola!!
Es la primera vez que me paso por aquí, la verdad sea dicha por pura casualidad, y la verdad es que me ha encatado tu blog!!!
Prometo volver pronto
un abrazo
-javi-
Para mi hubo un antes y un después de escuchar a Ismael!!!
Este año he tenido la gran suerte de ir a 4 conciertos suyos y conocerlo en persona...
Para mi tambien es todo un placer encontrar a personas que le guste Ismael, porque por desgracia no abundamos mucho
un beso
-javi-
¡Guapa! ¡Guapa!
Ummmm.... Ummmm...
Pero que muy guapa
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