Perdona, si por las mañanas me despierto muerta de sueño, y caigo desde la cama sobre el suelo que arde.Perdona si voy medio sonámbula hasta el baño, a lavarme la cara y a tirar por el desagüe el sueño. Perdona si no pronuncio tu nombre, si no te doy un beso.
Perdona mis prisas. Mi manía de no querer llegar tarde al trabajo. Mis silencios en el metro, mis despedidas aún con sueño, cuando te dejo dentro del vagón que nos separa.
Perdona mis silencios o mi tardanza al responderte un mensaje de "te quiero". O mi mala memoria. Perdona siempre mi mala memoria, para los aniversarios, para los cumpleaños, para nuestras citas y nuestros recuerdos. Perdóname.
Perdona mis defectos: mi voz alta, mi mal humor, mis enfados tontos, mis dudas y celos. La estúpida manía de preguntarte cuánto me quieres. Perdona las preguntas que te hago y que se demuestran con hechos.
Perdona si no se escribirte lo más bonito a ti. Si no te digo que a veces, te echo de menos en el trabajo, cuando dibujo tu rostro con mis pensamientos y sonrío como una tonta, y quiero tenerte cerca sin que tengan que ser las ocho de la tarde.
Perdona mis perdones. Cuando te pido perdón y me dices: que no hay nada que perdonar.
Perdona si alguna vez no estoy a tu altura, o si te daño sin darme cuenta: soy algo torpe.
Y perdona, sobre todo, que te pida perdón aquí.
Yo perdono a tu jefe, que nunca te deja llegar puntual a casa.
Perdona mis prisas. Mi manía de no querer llegar tarde al trabajo. Mis silencios en el metro, mis despedidas aún con sueño, cuando te dejo dentro del vagón que nos separa.
Perdona mis silencios o mi tardanza al responderte un mensaje de "te quiero". O mi mala memoria. Perdona siempre mi mala memoria, para los aniversarios, para los cumpleaños, para nuestras citas y nuestros recuerdos. Perdóname.
Perdona mis defectos: mi voz alta, mi mal humor, mis enfados tontos, mis dudas y celos. La estúpida manía de preguntarte cuánto me quieres. Perdona las preguntas que te hago y que se demuestran con hechos.
Perdona si no se escribirte lo más bonito a ti. Si no te digo que a veces, te echo de menos en el trabajo, cuando dibujo tu rostro con mis pensamientos y sonrío como una tonta, y quiero tenerte cerca sin que tengan que ser las ocho de la tarde.
Perdona mis perdones. Cuando te pido perdón y me dices: que no hay nada que perdonar.
Perdona si alguna vez no estoy a tu altura, o si te daño sin darme cuenta: soy algo torpe.
Y perdona, sobre todo, que te pida perdón aquí.
Yo perdono a tu jefe, que nunca te deja llegar puntual a casa.
5 comentarios:
Hola, me gusto mucho tu post, creo que es algo que no tiene genero. Hombres y mujeres creo pensamos igual a veces. Gracias
.. =)
que bonica.
¿quien no te perdonaria despues de algo asi?
nuestros 'defectos' nos hacen aún más bonitos por dentro, porque nos caracterizan y nos hacen ser especiales.
Al fin y al cabo eso es parte del amor, ¿No? Perdonar incondicionalmente... siempre queramos o no, hacemos algo mal, o al menos, no tan bien como nos hubiera gustado hacer... y puede tener una leve repercusión en nuestra pareja...
Pero, no es bueno tenerlo en cuenta..
PD: Y sí le escribes lo más bonito a ella...
Bss
¿Quien no perdonaria escribiendo lo que has escrito?
Es parte del amor,de la vida...
La verdad mientras lo leia me ha encantado,ojala eso fuera para mi,jeje,es precioso.
Espero tu llamada y q mires el fotolog que te dedique!!Tengo ganas de verte.Besitos
Mait
Ojala alguien me escribiera o sintiera por mi algo asi.
Eres maravillosa, y quien tenga la suerte de estar a tu lado, seguro que tambien lo es.
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