La hoja en blanco


No lo pasé nunca tan mal como ese día. Me dieron un papel en blanco y me dijeron: Venga, escribe, escribe lo que quieras, pero tienes que conseguir escribir algo que nos conmueva, que nos deje boquiabiertos a todos, extasiados. Tienes que escribir algo que nos haga sonreír, o nos emocione. Algo que se nos clave por dentro y que no nos suelte. Tienes que escribir algo, algo que cuando leamos no seamos capaces de soltar el papel, y queramos volver a releer para que esa sensación nos vuelva a invadir. Si consigues escribir eso nos habrás ganado a todos.
Me dieron una hoja en blanco, me dejaron a solas, en aquella habitación que olía a recién pintada. Una habitación con tres sillas, una mesa, un cuadro de unas margaritas blancas, enorme, una lampara con forma de estrella, colgando del techo. Mire hacia un lado, hacia otro.
Tienes 1 hora, desde ya -me dijeron-. Y cerraron la puerta. Desde ese momento solo se escuchó silencio. Iba dando pequeños golpes con el bolígrafo bic de color negro, que me habían dado, contra la mesa, tic, tic, tic, tic, tic, tic...... y más tic...tictictictitictictictictic........
Miraba la hoja en blanco y nunca lo pasé tan mal, como ese momento en el que me enfrenté a esa hoja en blanco. Tenía que escribir algo realmente bonito, pero tampoco demasiado. Algo que les atrapase ¿pero qué?. Para inspirarme empecé a recordar canciones de Ismael Serrano (mis favoritas), pero eso solo me hacía tararear y acordarme de gente y esa gente me traían recuerdos y pensamientos, y no era sobre eso exactamente de lo que debiera o quisiera escribir.
Así que dejé las canciones a un lado. Pensé en mi chica. Sí, ella me dará esa inspiración que me falta, pero solo inventaba frases demasiado cargadas de amor y ternura, y no quería abrumar con tanto amor, pues pensé que no sería eso lo que les atraparía, me tacharían de eterna enamorada, pero no les atraparía con eso.
Entonces me quedé más blanca aún que esa hoja, cuando me di cuenta que me quedaba media hora, para escribir. Y no tenía ni idea sobre qué escribir. Yo.Yo.Yo que en este blog soy capaz de escribir sobre cualquier cosa.Yo, que mientras camino por la calle, voy relatando historia, tras historia, escribiendo mentalmente relato tras relato. Y ahora, miro la hoja en blanco y no soy capaz de escribir nada que crea que merezca la pena. Nada que piense que les pueda dejar boquiabiertos. Por un momento me desespero. Me pongo de pie. Doy vueltas y vueltas a la mesa. A la silla. Miro la lampara. Creo que podría dibujarla, me la se de memoria de tanto mirarla. Toco la pared con las manos, y mis dedos quedan impregnados de olor a pintura fresca.

Sin pensarlo, podría decir que sin querer, mientras el tiempo me apremiaba, cojo el bolígrafo bic negro y escribo una frase en la pared blanca.Muy blanca. Cuando salgo del trance en el que me había sumergido, quiero borrar la frase de la pared, pero ya es tarde. Justo ahora, ha pasado una hora. Pronto esa puerta se abrirá y vendrán a por mi, a por mis palabras. Y yo no he escrito nada. La hoja está en blanco y yo quedo allí, de pie, como esperando a que la puerta se abra.
Y la puerta se abrió y entraron y me miraron de arriba a bajo. Y me preguntaron por lo que había escrito, y les dí la hoja en blanco y me miraron asombrados, y una de las mujeres, dijo: "nada, no ha escrito nada...". Y otra, sorprendida, le apremió: "No, eso no puede ser, traiga, traiga esa hoja, a ver, aver..". Y las dos mujeres, y el hombre del bigote, con los ojos bien abiertos vieron que efectivamente no había escrito nada.
Pero en aquella habitación de paredes blancas, por primera vez, sin escribir nada, conseguí dejarles a todos con la boca abierta, como ellos querían: cuando una de las mujeres miró la pared, y pudo leer lo que en ella había escrito. Luego, lo vieron los demás, y quedaron boquiabiertos. Una mujer sonreía, otra fruncía el ceño, el hombre del bigote quedó con la mirada fija en la pared.
Fue entonces cuando les hablé: ¿veis? Al final he conseguido lo que queríais.
Y me fui. Salí de allí corriendo. Nunca más volví.
Tampoco os diré lo que escribí en la pared, no vaya a ser que os quedéis como ellos.

5 comentarios:

Zurda 28 de enero de 2008, 23:14  

Me encanta. ¿Pasó de verdad? Es alucinante, nunca se me habría ocurrido hacer algo así...

Luna Carmesi 29 de enero de 2008, 6:36  

Ah maldita!!
Sueltanos que ponia en la pared!
:-O

;-)

Alas 29 de enero de 2008, 19:37  

Buahhhh!!!! Mala!!! No nos dejes con la intrigaaaaaaa!!!

Genial!!!

Bss

Anónimo 3 de febrero de 2008, 18:50  

inquieta y expectante me dejass!!gracias

eigual 3 de febrero de 2008, 21:05  

anónimo: las gracias a ti por pasar por aquí!

Saludos a todos!

eigual

Empecé a escribir este blog en una época bastante importante de mi vida. Aquí he escrito poemas y relatos. De la única forma que se. Hace poco me mude a www.escriboaqui.es con las mimas ganas de escribir que nunca. Con nuevos proyectos y sueños. Disfruta de todas las palabras que se quedaron aquí.