Come a escondidas. Cada hora va al baño y se encierra unos cuantos minutos allí dentro. Cuando vuelve la miro, y no parece ella, está pálida y sus ojeras se van abriendo paso desde sus ojos hacía abajo. Parece que cada vez que va al baño se deje allí un trozo de vida.
Cada día más delgada. Cada día más pálida. ¿Qué te ocurre, te encuentras mal?. Siempre hay alguna excusa en voz baja: es la regla, el resfriado, estoy pachucha, ya se me pasará.
Pero nunca se te pasa, siempre tienes la misma cara triste, las mismas ojeras de otro color. Cada vez te veo más delgada, y me dices que te estás quedando sin ropa porque tienes dos tallas menos.
La gente me dice que no te pasa nada, que tú comes. Pero de qué sirve lo que comas si luego lo echas en la taza del wc.
Como quiero saber la verdad, cuando te levantas de tu silla, como cada día para acudir a tu cita con el baño: te sigo sin que me veas. Una vez en el baño te escucho. De tu garganta sale un ruido que provoca un vómito, me tapo la nariz, y la boca para no gritar tu nombre.
Cuando terminas te espero fuera. Y me entra miedo porque no sé que decirte.
Cuando sales y me ves allí de pie te quedas tres segundos frente a mi, y me sonríes.
Y sales del baño como si lo que hubieses hecho allí dentro, como si vomitar cada día, a cada hora, fuese lo más normal, como si lo hiciéramos todas las personas al ir al baño.
No sé como ayudarte, porque creo que antes necesito que me ayuden a mi. Necesito que alguien me hable de lo que he escuchado y he visto. Necesito asimilarlo para poder acercarme a ti y encontrar las palabras suficientes para hablarte. Mientras tanto me miras, como si ahora yo formase parte de ti y tu problema. Me miras y tus ojos me hablan, diciéndome: ahora tú sabes mi secreto.
(dedicado a una compañera que lo está pasando realmente mal, en silencio)
Cada día más delgada. Cada día más pálida. ¿Qué te ocurre, te encuentras mal?. Siempre hay alguna excusa en voz baja: es la regla, el resfriado, estoy pachucha, ya se me pasará.
Pero nunca se te pasa, siempre tienes la misma cara triste, las mismas ojeras de otro color. Cada vez te veo más delgada, y me dices que te estás quedando sin ropa porque tienes dos tallas menos.
La gente me dice que no te pasa nada, que tú comes. Pero de qué sirve lo que comas si luego lo echas en la taza del wc.
Como quiero saber la verdad, cuando te levantas de tu silla, como cada día para acudir a tu cita con el baño: te sigo sin que me veas. Una vez en el baño te escucho. De tu garganta sale un ruido que provoca un vómito, me tapo la nariz, y la boca para no gritar tu nombre.
Cuando terminas te espero fuera. Y me entra miedo porque no sé que decirte.
Cuando sales y me ves allí de pie te quedas tres segundos frente a mi, y me sonríes.
Y sales del baño como si lo que hubieses hecho allí dentro, como si vomitar cada día, a cada hora, fuese lo más normal, como si lo hiciéramos todas las personas al ir al baño.
No sé como ayudarte, porque creo que antes necesito que me ayuden a mi. Necesito que alguien me hable de lo que he escuchado y he visto. Necesito asimilarlo para poder acercarme a ti y encontrar las palabras suficientes para hablarte. Mientras tanto me miras, como si ahora yo formase parte de ti y tu problema. Me miras y tus ojos me hablan, diciéndome: ahora tú sabes mi secreto.
(dedicado a una compañera que lo está pasando realmente mal, en silencio)
4 comentarios:
Suena a problema de anorexia. Y luego me quejaré yo de mis michelines...
Por cierto, ¿he dicho alguna vez que me gusta cómo escribes?
Gracias el navegante, se agradece escuchar cosas como estas.....
Saludos.
y nadie más lo sabe?
porque un problema psicológico es un problema fisiológico, y solo se arregla médicamente
también tengo una amiga bulímica... y es una mierda, ayúdala :S
Un saludo ;)
Uf... cuanto menos difícil, joder, pobre muchacha, pero que le lleva a esos extremos, y encima, al menos se ha dado cuenta de algo, de que no tiene ropa...
Intenta ayudarla cómo sea...
Bss y suerte
(sigo mañana leyendo que tengo sueño)
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