Hay mucha gente que se deprime si no cae bien a su jefe. Si no consigue que su jefe le trate bien. Este tipo de gente es feliz en su trabajo solamente si notan que es el favorito en su puesto de trabajo, si su jefe reconoce ante sus compañeros su trabajo, si hace público ante todos que desempeña su función lo mejor que sabe. A este tipo de persona lo peor que le puede pasar es no caer bien, que su jefe le tome manía, y no desde el primer día, sino un día cualquiera. A partir de ahí comienza un sin vivir en el trabajo. Y lo mejor que le puede pasar es caer bien. Entonces le importará un pepino que sueldo cobra cada mes, cuantas vacaciones tiene al año, o si le las pagas extras llegarán o no. Lo único que hará esta persona es trabajar y trabajar, sin parar, sin descanso, para obtener esa sonrisa del jefe, esa atención que para él es vital para seguir trabajando feliz y sin ningún tipo malestar.
Luego están ese tipo de gente que odian al jefe, que suponen que les tienen manía, pero en realidad cuando el jefe les felicita por el trabajo, o por cualquier otra cosa, caen rendidos a sus pies. Y a partir de ese día el jefe pasa a formar parte de su vida, como en el primer párrafo.
También están esas personas que pasan del jefe. Que no intentan caer bien o mal. Que no desean su atención como único fin. Personas que se limitan a trabajar y trabajar bien. Nada más.
Pero a todos ellos, incluso a mi, nos jode, que el jefe siempre preste atención a ese "favorito" que siempre será votado por el público, y nunca nominado por Risto. A todos nos jode que nunca nos sonría a nosotros, que siempre sea a él (al favorito). Porque en realidad, a todos nos gusta que un día el jefe se acerque y nos felicite por nuestro trabajo. Que no vale solamente con saber que estás haciendo bien tu trabajo, que alguna vez hace falta que te lo digan. Pero que te lo digan bien.
Luego están ese tipo de gente que odian al jefe, que suponen que les tienen manía, pero en realidad cuando el jefe les felicita por el trabajo, o por cualquier otra cosa, caen rendidos a sus pies. Y a partir de ese día el jefe pasa a formar parte de su vida, como en el primer párrafo.
También están esas personas que pasan del jefe. Que no intentan caer bien o mal. Que no desean su atención como único fin. Personas que se limitan a trabajar y trabajar bien. Nada más.
Pero a todos ellos, incluso a mi, nos jode, que el jefe siempre preste atención a ese "favorito" que siempre será votado por el público, y nunca nominado por Risto. A todos nos jode que nunca nos sonría a nosotros, que siempre sea a él (al favorito). Porque en realidad, a todos nos gusta que un día el jefe se acerque y nos felicite por nuestro trabajo. Que no vale solamente con saber que estás haciendo bien tu trabajo, que alguna vez hace falta que te lo digan. Pero que te lo digan bien.
5 comentarios:
Me has dejado pensando. Como a "La dulce pena", que también siempre la/lo dejas pensando.
No sé muy bien en qué pero me dejas pensando.
¡Ah! Sí, ya sé en qué pensaba. En que tengo que ir a pagar la factura de la luz.
Ja jajaja.
Bien
Besos
Muy cierto.
yo tengo un jefe que simplemente me ve como parte del mobiliario, ni me trata bien ni mal... simplemente le cumplo con lo que quiere y me deja tranquilo
Saludos
Eigual, tienes razón, todos queremos caerle bien al jefe, y muchos, se ríen/nos reímos del pelota que está siempre detrás del jefe. Yo por mi parte, el único jefe que he tenido por llamarlo así, ha sido mi padre, o algún tío mío cuando he trabajado en el campo en verano.
Pero.... en la facultad es igual, en mi clase (como en cualquier trabajo) está el típico que quiere caerle bien al profesor, que hace todo lo que el profesor pide, y más... y está siempre detrás... Yo, por mi parte, como tú dices, me gusta que me diga que he hecho bien las cosas, o que llevo razón en alguna cosa que diga... Como a todos...
Bss
PD: Anónimo... mejor decimos que LO dejas pensando... jeje. Soy hombre con un nick ambiguo.
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